En un estudio epidemiológico realizado entre 1994 y 2001 habla de los patrones habituales de la alimentación en los cordobeses y su relación con el cáncer colorrectal.
Esta es una de las principales patologías que producen alta mortalidad en países desarrollados.
La alimentación de una población (la mala alimentación) está relacionada con muchas patologías, muchas de ellas son cáncer de diferentes órganos, pero está especialmente relacionada con el cáncer de colon y recto.
En nuestro país existe un altísimo consumo de calorías por persona, asociado un bajísimo consumo de fibras (frutas y verduras), más un alto consumo en grasas saturadas.
Aparte de estos hábitos, otros de alto riesgo son consumir carne con mucha costra tostada -lo que aumenta cuatro veces el riesgo de cáncer colorrectal- fiambres, embutidos, achuras y tomates cocidos (salsas); también se suma la ingesta de pan criollo y arroz blanco.
Por otro lado, los hábitos saludables son, según lo investigado, la ingesta de leche entera 50 a 100 cc, una pequeña porción de manteca, papas (no fritas), y el consumo de peras de la estación.
Hay que tener en cuenta que influyen notablemente en esta patología el medio geográfico, socioeconómico y cultural.
Cabe decir que el estudio se realizó con todo el rigor científico, siendo la muestra de enfermos de cáncer de colon de 310 personas y el grupo control de 613.
POLÍTICAS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA:
Se deberían seguir los mismos consejos que para evitar el cáncer de colon, promocionando el consumo de frutas y verduras y la disminución en la ingesta de grasas.
Por lo tanto, es factible elaborar políticas y estrategias de prevención del cáncer y promoción de hábitos saludables de alimentación.
FUENTE: Hoy la universidad, periódico universitario (año 2006).
